Caducidad de la tinta.
La absorción de aire (oxidación) y la evaporación de agua (deshidratación) a lo largo del tiempo hacen que la composición de la tinta pueda cambiar.
Los colorantes y especialmente los pigmentos que se hayan en suspensión en las bases disolventes en las que estos están disueltos, tienden a separarse con el paso del tiempo provocando la sedimentación de los pigmentos en forma de grumos o lodos que se asientan en el fondo del cartucho, pudiendo atascar y obstruir los dampers de su impresora de gran formato y llegando por las líneas de tinta (tuberías para el transporte de tinta) hasta los cabezales.
La tinta en mal estado puede afectar negativamente al cabezal y a los componentes de suministro de tinta que contiene la impresora provocando costosas reparaciones y alteraciones indeseadas del color en sus impresiones.
La tinta caducada puede afectar a la precisión del color, ser más sensible al rayado y ofrecer una colorimetría menos vibrante que la tinta fresca, en determinados trabajos, impresión giclee o de bellas artes, pruebas de contrato y fotografía profesional, donde el metro cuadrado de papel tiene un elevado coste, conviene no jugarse con tintas caducadas en exceso.
Para prevenir estos inconvenientes, los fabricantes de tinta, como cualquier fabricante de bienes perecederos, incluyen la fecha de fabricación o envasado, o una fecha de caducidad a modo orientativo. Esta fecha suele corresponder con la de “fin de garantía”, a partir del cual no se les puede exigir responsabilidad.
Ha de quedar claro, al igual que con los yogures, una vez alcanzado ese plazo de fin de garantía, la tinta no tiene por qué estar deteriorada o defectuosa. La fecha de caducidad es un periodo aproximado en el que la tinta cumple sus estándares de seguridad y eficiencia.
Para determinar la fecha de caducidad real de la tinta de un consumible en concreto, hay que tener en cuenta factores como el tipo de tinta, su fecha de garantía y la fecha de instalación inicial del cartucho (no es lo mismo un cartucho precintado y en su caja que uno instalado en la impresora).
La tinta base agua dye y pigmentada así como las de base solvente y ecosolvente, puede durar hasta 2 años después de su caducidad si están debidamente envasadas y almacenadas.
Calidad de la tinta
Otro aspecto a tener en cuenta es la calidad en si misma del producto, NADIE DA DUROS A PESETA. Si todo el mundo vende 1 litro de tinta entre 60€ y 80€ no es normal que lo encuentres a 40€ o menos, y no vale la excusa de que es que el proveedor compra un pallet en china, porque todos los proveedores operamos de la misma forma.
En más de 20 años de profesión hemos visto productos de importación desarrollados por fabricantes sin escrúpulos empleando agua corriente, sin destilar, y en envases expuestos a la entrada de microorganismos, dando como resultado que al cabo del tiempo los cabezales estén cubiertos de moho e inservibles y con una difícil solución.
El agua es un componente fundamental y debe ser de gran pureza (destilada) para evitar sales disueltas. Al agua destilada hay que añadirle un conservante para evitar micro-organismos
Como todo producto acuoso las tintas Ink Jet deben preservarse del ataque de hongos y bacterias, que no solo podrían cambiar las características de la tinta sino también obstruir los cabezales. Las tintas ecosolventes y solventes, por su composición (contienen esteres de glicol derivados del petróleo) son más difíciles de que las ataquen mohos y microorganismos.
Vida útil de tinta almacenada
Es importante que las tintas se almacenen adecuadamente para mantener la producción constante y mantener las impresoras trabajando lo más fiable posible.
Los factores que afectan la tinta y pueden conducir a su descomposición son:
- Tiempo de almacenamiento
- Almacenamiento a temperaturas extremas
- Exposición a la luz solar
- Des-precintado por un tiempo
Para lograr una vida útil más larga, la tinta ha de almacenarse a una temperatura ambiente estable, mantenerse alejada de la luz solar directa, y no abrir el embalaje del cartucho hasta su uso, una vez instalada en la impresora es bueno que se consuma en el plazo de un año, si esto no sucede por falta de producción, al año y medio reconsidere sustituir cartuchos aunque no estén vacíos, puede que ahorre dinero en rotura de cabezales.
Conclusiones
Las tintas suelen ser más costosas que un buen perfume, pero reemplazar un cabezal de impresión es más costoso aún.
Para evitar que las impresoras de gran formato ofrezcan un caro funcionamiento, asegúrese de almacenar los cartuchos de tinta correctamente y utilizar las tintas en el momento oportuno. Si sus tintas han expirado, invierta en nuevos cartuchos para evitar el tiempo de inactividad, pérdida de ingresos, costo de reparaciones y la frustración de no poder terminar sus trabajos en plazo.
Cada usuario tiene un perfil de consumo de tinta, si usted no gasta mucha tinta o el uso que le va a dar es muy exigente (impresión de bellas artes, pruebas de color y fotografía avanzada) ni se le ocurra adquirir tinta compatible, no le traerá cuenta. La tinta original está formulada específicamente para aprovechar al máximo las características de la máquina en cuanto a colorimetría y tiene desarrollados perfiles específicos para diferentes soportes, además tiene una duración más predecible.
Si por el contrario, necesitamos imprimir muchos metros con unos bajos costes de impresión fruto de una excesiva competencia, trabajos de cartelería de calidad, promociones, merchandising y arte para el consumo, los sistemas de tinta por litros pueden ser una solución adecuada.
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