Formatos: Elegir el formato adecuado es el primer punto, hay que decidir que formato máximo queremos obtener. En el mercado hay plotters desde 60” (1,524m de ancho) hasta impresoras CAD para formatos A3 (297x420mm) y A2 (594x420mm) que acercan la impresión CAD a todo tipo de profesionales e incluso estudiantes de carreras técnicas.

Los modelos más demandados suelen tener un ancho de impresión de 24 pulgadas (61cm) suficiente para imprimir incluso con márgenes los formatos A1 (594x841mm),  e incluso hay modelos con precios muy competitivos con anchos superiores 36” (914mm de ancho) y 44” (1.118mm).

Alimentación: Para la carga de papel, los plotter emplean alimentadores de rollo que permiten la carga más o menos cómoda de bobinas de papel. La posición del portarrollos (delante, arriba o detrás) determina que haya máquinas más cómodas que otras. Por lo general, los plotters no admiten bobinas de más de 100m.

Hay modelos de plotter que disponen de 2  alimentadores de rollo lo que facilita el empleo rápido de diferentes tipos de soportes aumentando la productividad, incluso pudiendo utilizar el 2º alimentador de rollos como enrollador para impresiones de gran longitud.

Incluso hay modelos que permiten la carga de hojas sueltas en bandeja, que suelen admitir un grupo de hojas en A4 y A3, esto puede ser cómodo para clientes sin otro tipo de impresoras de escritorio.

Velocidad: En esta década no suele ser un parámetro tan relevante como cuando empezamos a vender plotters en la década de los 90.  Suelen oscilar entre los 43 segundos x A1 (83 impresiones A1/hora)  hasta 225 impresiones A1/hora. Si nuestro principal trabajo es la impresión de copias finales de planos CAD,  buscaremos la velocidad máxima en calidad borrador/normal. Si por el contrario, nos dedicamos más a la impresión fotográfica de renders y orthoplanos, es importante conocer la velocidad máxima o m2/hora impresos con resoluciones superiores.

El tiempo de procesado del archivo gráfico a imprimir depende también de factores tales como la potencia del procesador del plotter, la memoria, el lenguaje de descripción de página (PCL, HPGL, PostScript, ESC/P2,Garu…) o la velocidad de la tarjeta de red. Todo ello hará que el  tratamiento previo del archivo de impresión (tiempo de preprocesado de la impresión) se procese más rápido por lo que la velocidad final será más elevada. Las marcas suelen medir la velocidad de impresión imprimiendo múltiples copias del mismo archivo, lo interesante es ver tiempos mixtos de diferentes archivos.

Resolución:  La resolución de una impresora es uno de los factores que afectan a la calidad de la hoja impresa. La unidad de medida es el ppp (en ingles dpi) e indica la máxima resolución horizontal y vertical (e.g. 600×600).  Para imprimir planos lineales con costes aceptables y velocidad óptima conviene imprimir planos entre 300ppp y 720ppp. Mientras que una resolución de 1200/4800 ppp es ideal para impresión de fotografías. La resolución que ofrece el marketing de los fabricantes conviene  ponerla en cuarentena ya que hay  aspectos más destacados que no responden sólo a número de puntos,  la finura y precisión del punto, etc.

Precisión y grosor de línea:  Las impresoras de gran formato son capaces de imprimir líneas  con una precisión de +0 ,1%, es decir un error de 10cm cada 100m. Con grosores de línea de 0,02mm (2 centésimas de milímetro). Muy alejado de las reglas, paralex y rotring de la década de los 90.

Gama cromática: La capacidad de mostrar el mayor rango de color sobre el espectro RGB y lo consigue un plotter empleando un mayor número de tintas de diferente color. Una amplia gama cromática ofrece colores luminosos, negros profundos y satinados uniformes, que permiten obtener impresiones de máxima calidad fotográfica, sombreados con más detalles, etc.

En el mercado podemos encontrarnos desde las típicas máquinas CMYK de 4 colores (cyan, magenta amarillo y negro) a otras con 5, 6, 9 y hasta 12 colores (más propio de soluciones  fotográficas), para los puristas de la representación gráfica, lo recomendable son soluciones con varios tonos negros que permitan obtener planos e infografías con una gran riqueza tonal, sin tener que recurrir al tramado, esto también complica y encarece el mantenimiento de las impresoras.

Las tintas

La tinta es uno de los factores más determinantes en la impresión en gran formato para cartelería y fotografía, pero no tanto en la impresión CAD. Hoy en día, con los volúmenes actuales de impresión, donde cada vez se imprimen menos copias, el coste/mililitro ha dejado de ser relevante, más destacado si cuenta con otros consumibles como cabezales o tanques de mantenimiento o depósitos residuales (cajón donde se almacena la tinta sobrante de las limpiezas de inyectores).

Antes se valoraba la gran capacidad de cartuchos de un plotter CAD, en los 90 eran típicos plotters con cartuchos de 220ml, 350ml o más. En la actualidad, donde prima, por encima de todo, que la tinta esté fresca y apta para su uso esporádico y que no genere atascos de cabezal y costosos reemplazos, está cada vez más en boga los modelos con cartuchos pequeños de 26ml, 29ml, 50ml y hasta  110ml. Puede parecer que estas soluciones encarecen el coste de impresión, pero en un entorno en el que se prima la disponibilidad frente al volumen de impresión, representa la opción más adecuada.

El tipo de tinta (su composición) también es importante ya que éstas presentan características distintas e interactúan con los soportes de diferentes formas. Las principales clases de tinta que nos podemos encontrar en las impresoras de gran formato son las tintas base agua utilizadas básicamente para gráficos de interior y, en algunos casos, de exterior de corta duración. Se subdividen a su vez en función de los agentes suspendidos en la base de agua: en colorantes o pigmentos. La tinta base agua es la tecnología de impresión más extendida en la gama de plotters CAD  del mercado, por la velocidad a la que pueden imprimir y la gama de sustratos en los que pueden hacerlo.

Las tintas colorantes  Ofrecen colores vivos pero son menos duraderas. Tienen la capacidad de crear una amplia gama de colores. Su hándicap es su rápida decoloración si se exponen a los rayos UV de la luz solar o a luces fluorescentes. Por otro lado, son menos propensas a atascar los cabezales de las impresoras. Por los avances de la tinta pigmentada, están cada vez más en desuso, fabricantes como Canon en casi toda la gama y HP en algunos modelos están obstando por implementar las pigmentadas, Epson siempre las utilizó.

Las tintas de pigmentos son mucho más resistentes a los rayos UV, ya que recurren a moléculas de pigmentos mucho más grandes, que se deterioran menos, suelen durar de 6 meses a un año y medio en el exterior sin decoloración aparente. Su mayor resistencia a la decoloración las hace indicadas para imprimir planos pero también están especialmente indicadas para la exposición en exteriores y, por esta razón, son los mercados de artes gráficas y Bellas Artes los que más recurren a ellas.

Las tintas de pigmentos aguantan más la exposición al agua que las de colorante ya que estas últimas se disuelven y la tinta se corre si entra en contacto con el agua, algo que no sucede con las de pigmentos, que tienden a quedarse en las minúsculas fibras del papel.

Otros factores como apiladores de planos, inclusión de escáneres, cortadores verticales, etc. también pueden ser elementos que decanten la elección de un plotter CAD.