En estas fechas en las que no son pocos los que piensan invertir o han invertido en una impresora de inyección de tinta, ya sea en gran formato o de escritorio, para planos, fotografía, cartelería, sublimación DTF, UV o cualquier sistema, se preguntará ¿cómo proteger los cabezales de la impresora para alargar su vida útil? En estas líneas trataremos de poner al servicio del lector la experiencia acumulada a lo largo de 3 décadas.
Introducción
El cabezal de impresión es el componente de tu impresora responsable de transferir la tinta al papel. Este mecanismo trabaja expulsando gotas de tinta a través de numerosas boquillas para crear la impresión.
Los cabezales de impresión modernos suelen utilizar técnicas de fabricación que tienen mucho en común con la fabricación de microchips.
Dentro de un cabezal de impresión típico encontramos un controlador electrónico, accesorios de alimentación de tinta y por lo general, cientos de cámaras o canales de tinta que conducen a las boquillas o inyectores.
Los canales de entrada de tinta tienen solo unas pocas decenas de micras de anchura y los inyectores suelen tener entre 20 y 50 micras. Un cabello humano mide aproximadamente 80 micras de ancho. Los inyectores disparan gotas de tinta a velocidades de hasta 50.000 veces por segundo.
La mayoría de los cabezales de impresión utilizados tienen cientos de boquillas que se controlan individualmente para generar y proyectar gotas (bajo demanda) con tamaños desde 1pl (picolitro) a 80pl llegando a resoluciones de 1200 puntos por pulgada (dpi) o mayores, y a frecuencias de 40 kHz o superiores. Los cabezales y sus múltiples inyectores generan millones de gotas en cada pasada, asegurarse de que lleguen en tamaño y posición correcta al sustrato requiere de una electrónica muy avanzada. Esta es la magia del cabezal de impresión.
¡Pero ay! Cuando estos inyectores se obstruyen, provocan una distribución desigual de la tinta que da como resultado impresiones descoloridas o con rayas (banding). Destapar un cabezal de impresión requiere mucho tiempo y esfuerzo, mientras que evitar que se obstruya es solo una cuestión de diligencia rutinaria.
Rayas en blanco o banding en la impresión fruto de inyectores atascados
Usa regularmente la impresora y limpia el cabezal de impresión.
La forma más sencilla de mantener los cabezales de impresión en condiciones adecuadas es utilizar la impresora con regularidad. Esto evitará que la tinta se seque dentro de los inyectores y canales del cabezal de impresión asegurando su correcto fluir. Debe usar su impresora una vez cada pocos días, o una vez a la semana como mínimo. De lo contrario imprima un patrón de impresión a todo color cada semana, gastará algo de tinta pero ahorrará en cabezales, ya que cuando una impresora no se utiliza durante demasiado tiempo, la tinta residual en los cabezales y los inyectores tiende a secarse y a obstruir inyectores. En ese caso, proceda con el software de testeo y limpieza a realizar un test de verificación de boquillas y una limpieza de las boquillas obstruidas (el nombre y la ubicación de estas rutinas varían en función del modelo y marca de impresora pero por lo general son opciones del drivers o hay un menú especifico en la impresora para gestionar esta tarea).
test de verificación de boquillas
Si su impresora dispone de cabezales extraíbles y reemplazables, puede limpiarlos con un paño limpio antiestático que evite el polvo y y un poco de alcohol isopropílico, para limpiar suavemente el cabezal de impresión y otros componentes de su impresora.
Opta por la impresora más adecuada a tus necesidades reales
La limpieza regular y las rutinas de mantenimiento son una tarea fundamental para evitar problemas con los cabezales, pero lo mejor y más sensato en cualquier caso es elegir la impresora que mejor se ajuste a tus necesidades reales desde el principio, para evitar errores fruto de una mala elección o una elección desproporcionada para nuestra actividad.
Esa es nuestra especialidad, cumplimos este mismo mes 30 años asesorando en la elección de impresoras de gran formato de tinta (desde 1992). Aún hoy día hay gente que llama pidiendo un modelo específico por que leyó tal artículo, o por que se lo recomendó un cuñado o un primo. Hay que buscar también asesoramiento profesional y para ello, es importante para que te asesoren correctamente, saber qué tipo de material vas a imprimir regularmente y qué volumen de impresión vas a cubrir con la impresora, siendo realista. Tenga en cuenta que ninguna impresora cubre todos los nichos de mercado correctamente por lo que deberás de hacer un ejercicio de realismo para determinar cuáles son los puntos fuertes imprescindibles a cubrir con la impresora elegida y su idoneidad en función de la carga de trabajo prevista.
Por poner un ejemplo con lo que nos enfrentamos a diario, usuarios que nos adquieren una impresora de 12 tintas para imprimir fine-art o impresiones artísticas (Giclée), pero habitualmente imprimen más cartelería gráfica económica. ¿Se puede? claro que se puede. Pero los costes de impresión y mantenimiento son mayores y los cabezales más delicados. Otros usuarios nos solicitan plotter de cartelería con tintas ecosolventes o látex para imprimir sólo un par de veces a la semana, porque tienen la corazonada de que van a imprimir lonas o rotular vehículos en gran volumen, pero el problemas es que son máquinas que necesitan mayor mantenimiento. Con la impresión DTF, tan de modo, pasa algo similar. Hay que guiarse por las necesidades reales.
Opta por el formato de tinta que mejor se adapte a tus necesidades reales y reemplázalas si excedes su vida útil
Si, hay impresoras que tienen a disposición del cliente la posibilidad de adquirir cartuchos con diferentes capacidades de carga de tinta, por ejemplo las Canon ImagePrograf PRO2100/4100/6100 disponen de cartuchos de 160ml, 330ml y 700ml. Otras como las Epson Surecolor SC-P6000/P8000/P7500/P8500/P9500 disponen de cartuchos de 350ml y 700ml. Normalmente se da una regla en todos los fabricantes «a mayor capacidad de cartucho o envase de tinta mejor coste por mililitro». El coste del mililitro de tinta es fundamental para cualquier impresor ya que es uno de los pilares del coste de impresión junto con el coste del papel, amortización de máquinas, energía, etc.., y muchos se ven tentados a adquirir el cartucho o el formato de tinta que mejor coste por mililitro ofrezca, que como hemos dicho suele ser el envase más grande.
Si, pero ¿qué rotación tenemos?. Es decir, con nuestro volumen de impresión actual, ¿cada cuánto tiempo tendremos que cambiar el cartucho o llenar el depósito de tinta?
Ante una mala elección por ahorrarse algunos euros en el coste de la tinta podemos gastar miles de euros en reparaciones y sustitución de cabezal.
La tinta base agua dye y pigmentada así como las tintas de base solvente y ecosolvente puede durar hasta 2 años después de su caducidad si están debidamente envasadas y almacenadas, pero puestas en la impresora no es bueno que estén más de 18 meses. Las tintas UV y DTG tienen aún una vida más corta y son super densas, no se recomiendan usar después de 3 meses en la impresora.
La tinta, con el paso del tiempo (sobre todo los sistemas de relleno), absorbe aire y se oxida y evapora agua provocando cambios en su composición. Los colorantes o pigmentos en suspensión tienden a separarse del líquido base provocando la sedimentación de los pigmentos en forma de grumos o lodos que se asientan en el fondo del cartucho, pudiendo atascar y obstruir los dampers de su impresora y llegando por las líneas de tinta (tuberías para el transporte de tinta) hasta los cabezales.
La tinta en mal estado puede afectar negativamente al cabezal y a los componentes de suministro de tinta que contiene la impresora provocando costosas reparaciones y alteraciones indeseadas del color en sus impresiones.
+ Información ¿Caducan las tintas?
>Protege tu impresora del polvo y de los cambios de temperatura
Cubierta protectora
El cabezal de impresión viene con una capa protectora, pero podría dañarse con el polvo y otras sustancias abrasivas. Cuando se produce un daño, es muy probable que el cabezal de impresión falle. Es por eso que debe tener especial cuidado con el almacenamiento de la impresora. Debe colocar su impresora protegida con una cubierta o protector a prueba de polvo cuando no esté en uso.
Si su impresora va a estar inactiva durante periodos prolongados y tiene cabezales de impresión desmontables, debe desmontarlos y guardarlos de forma segura en un recinto hermético. También debe quitar los cartuchos de tinta y envolverlos firmemente en papel film para evitar que se formen costras.
Apaga la impresora correctamente
Cuando se enciende una impresora, los cabezales de impresión se ponen en movimiento y la tinta se calienta, lista para su uso. Al apagar la impresora, los cabezales de impresión se reinician y el carro porta-cabezales vuelve a su posición original en la estación de limpieza, lo que evita que se obstruya y se seque.
La estación de limpieza, Capping station, pump cap, estación de tapado es la zona donde descansa el cabezal de impresión y descarga la tinta de desecho en las limpiezas.
Además de ser el sumidero de la impresora en las limpiezas de cabezal, la principal misión de la estación de limpieza es mantener el cabezal hidratado y hermético para que no se seque la tinta mientras la impresora está parada y evitar obstrucciones de los inyectores.
Por ello es importante apagar la impresora desde el botón ON/OFF después de su uso. No la apagues desenchufándola o apagando la regleta o protector contra sobretensiones. Usa el botón de encendido para que pueda apagarse de la manera correcta, lo que ayuda a proteger los cabezales de impresión.
Resumiendo todo lo expuesto, una falla en el cabezal, o fila de inyectores obstruidos que originen banding en la impresión es una verdadera molestia, nos hace perder tiempo y dinero, pero generalmente se puede prevenir. Practica el cuidado adecuado de la impresora para evitar el inconveniente de una impresión de mala calidad y recuerda ¡No hay impresoras malas, hay usuarios descuidados!.
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